Oloshun

Babalú Ayé es uno de los Orishas que más apoyan al santero. Está muy relacionado con los dolores del cuerpo, con los anhelos y con el mundo de los espíritus. Al mismo modo de San Lazaro, nos recuerda que siempre podemos renacer y agarrar una nueva oportunidad, que nada está perdido y que la muerte no es otra cosa que una transición depuratoria. Personalmente tengo una relación casi mística con Babalú Ayé. Vengo de la tradición de Armando Zulueta, es como si fuera su nieto. Pues mi padrino lo recibió directamente de él, en Perico allá por los años sesenta. Así que Abósojun (que es el camino de mi Babalú Ayé) es como mi compañero de viajes astrales. La prima de sus visitas fue para advertirme que si lo atendía con amor, tenía mucho por hacerme conocer y para que tuviera pruebas de que era él en persona, me hizo ver que su secreto se estaba deteriorando y quería que lo forrara con caracoles. Esa mañana corrí a destapar mi Babalú Ayé y cuando vi que el saco que cubre su secreto se estaba