Tuviste un sueño que te dejó pensando después que te despertaste. Seguro era un mensaje de tus seres para que jugaras con mayor acierto y ganaras un buen premio en la lotería. Esas escenas no se te borran de la mente, pero ¿cuáles son los números que debes jugar?
Pues para salir de tus dudas no te queda que consultar la charada, la recopilación de experiencias de jugadores, cartománticos y quirománticos cubanos traducidas en números afortunados que se ha plasmado durante en varias décadas en el ADN de los cubanos. Incluso la experiencia migratoria del cubano está modificando esa charada que conocemos, y por ejemplo cuando hablamos de "muerto" nos viene natural jugar el "48" que en la Smorfia quiere decir "muerto que habla".
La "Smorfia" es como le llaman en Italia a lo que en Cuba llamamos "Charada" y no es más que una serie de números, dados por la lectura de los sueños, que se juegan en la Loto que sería algo muy parecido a la Bolita criolla. El origen del término "smorfia" es incierto, pero la explicación más común es que está relacionado con el nombre de Morfeo, el dios de los sueños en la antigua Grecia. La smorfia está tradicionalmente vinculada a la ciudad de Nápoles, que tiene una larga tradición de afición al juego de la lotería, pero hay un gran número de smorfias locales vinculadas a otras ciudades. Cada palabra, nombre, objeto y muchas veces incluso los movimientos corresponden siempre a números.
Hay que notar que en la Charada Cubana nos aconsejan lo siguiente:
Ejemplo: usted sueña con un río, comienza con R, esta letra vale 4. Estaba usted en un banco, esta palabra empieza con la B, vale 3, debe jugar el 43, así sucesivamente las dos primeras cosas del sueño.
Una bata 38 y una niña 8.
Aquí te dejo mi versión de la Charada presentada como una especie de vocabulario, en el que las innumerables palabras correspondientes a los posibles elementos que caracterizan un sueño están ordenadas alfabéticamente.
Te puedo dar un ejemplo concreto de su composición, a través de un sueño recurrente: aquel en el que la serpiente es la protagonista. En primer lugar, la serpiente se interpreta como una advertencia para el soñador, que debe tener mucho cuidado porque está rodeado de personas malignas y envidiosas que le desean el mal. La Charada en este caso indica el número 21 que en nuestra cultura es el majá, pero hay excepciones como son la "culebra" que es el 39 y "serpiente", en modo genérico, que es el 74.
La tradición cubana dicta que el mensaje recibido en un sueño no debe ser revelado a los demás, sino jugado en secreto, pues de lo contrario se arruina cualquier posibilidad de ganar el premio gordo.
No hay que olvidar que los números que hay que jugar no sólo los ofrece la dimensión onírica, sino que también se pueden derivar de la realidad concreta circundante: la cábala o la cábula. Un cumpleaños, un acontecimiento de una catástrofe natural, un hecho curioso, un gran miedo, ¡siempre corresponden a números que se pueden jugar!
Es bien conocida la obsesión casi obsesiva de los cubanos por el juego. Los cubanos son muy atentos, miran a su alrededor, escudriñan cada hecho, cada persona y se esfuerzan por dar la interpretación perfecta de un sueño, y se les ve velando al listero que pasa a recoger las apuestas todos los días.
La Bolita es el vasto sueño que consuela la imaginación cubana: es la idea fija de esos cerebros ardientes; es la gran visión feliz que gratifica al pueblo oprimido; es la vasta alucinación que se apodera de las almas. El pueblo cubano, se corrompe y muere por sus sueños. La bolita es el realización onírica de Cuba.
Si te sacas un buen premio, pues sigue visitándonos y deja tu comentario.
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