Durante las iniciaciones, el uso de la navaja es de primaria importancia: remueve lo viejo para que entre la energía del orisha en la vida del neófito. Una tarea de tan vital importancia debía ser ejercida absolutamente por Obatalà, el creador de las cabezas. Así que aquí te cuento una leyenda donde te revelan pequeños detalles.
Pàtàkì de Òbàtálá Ashó
Ashó era el Òbàtálá más viejo del pueblo y había designado a Obbámoró para que raspara a Elegguá durante la iniciación. Òbàtálá Ashó dio la orden y se marchó con Shangó a hacer unas diligencias. Ayágguna, que también estaba presente, se puso celoso porque no había sido seleccionado para raspar cabeza. Ayágguna era un tipo sanguinario, conocía bien el arte de manejar cuchillos, sables, navajas… ¿Por qué Ashó no le había dado esa encomienda?Ayágguna le quitó la navaja a Obbámoró de las manos y Elegguá le dijo: “Ayágguna, Babá Ashó dijo que quien me tenía que raspar era Obbámoró.” Ayágguna le dijo a Elegguá: “¿Y a ti quien te ha dado derecho en este asunto? Vete de aquí.
Elegguá se fue con la cabeza baja porque, como era el más pequeño, todos lo mandaban. Pero justo en ese momento ya venían Òbàtálá y Shangó de regreso y se encontraron a Elegguá triste sentado en una piedra del camino.
Al verlo, Ashó le preguntó, “¿Qué te pasa ọmọ mi (hijo mío)?”
Elegguà le contó que Ayágguna lo había botado de donde hacían las iniciaciones y Ashó le dijo: “¿Cómo es posible?, vamos para allá. Y cuando llegó le preguntó a Ayágguna, “¿Quién te mandó raspar cabezas si yo dije que tenía que ser Obbámoró quien las raspara? Termina lo que estás haciendo y luego me raspas a Elegguá.”
Elegguá le dijo que no, “A mí él no me raspa, y si me quieren raspar que lo hagan en el camino porque él me botó de aquí”. Y se fue a sentar en la piedra del camino donde lo encontró Òbàtálá quien le dijo “to iban eshu” y ahí lo rasparon.
Como Ògún y Òshosi eran sus amigos inseparables decidieron irse también con Elegguá diciendo: “si nos quieren raspar, háganlo en el camino también.”
Este pàtàkì nos enseña cómo la palabra de Òbàtálá Asho fue respetada por las demás manifestaciones de Òbàtálá, y nos cuenta cómo nació la costumbre de que los orishas guerreros tengan dos tronos durante la iniciación de sus hijos.
¿Quién es Òbàtálá Ashó?
Òbàtálá Ashó, también conocido como Asholó o Babá Ashó, es una manifestación masculina de Òbàtálá. No tenemos mucha información sobre esta manifestación de Òbàtálá, pero es más que suficiente para adorarlo correctamente en el caso de que lo tengas. Te aconsejo que indagues por tu cuenta y contactes a las personas que lo tienen desde hace muchos años. Cada orisha manifiesta a su hijo cómo debe ser adorado.Babá Ashó es adivino, con una gran pasión por los caracoles, aunque no fue su oficio principal utilizó sus talentos para llegar a ser rey y se enriqueció vendiendo ropas finas. Es joven, varonil y aguerrido y fue rey de Ibadán, donde fue nombrado Alashó Alá.
Es ermitaño, poco comunicativo, agresivo y de gustos finos. Se le sincretiza con San José Obrero. Su elèké es blanco y transparente, lleva 4 cuentas rojas o una cuenta de madera o color marrón en su defecto.
Òbàtálá Ashó es guerrero, comerciante y lleva una cinta roja a la cintura como su hermano Ayágguna (este lleva una cinta roja atravesada en su pecho) y su padre Òshàgriñan (viste de rojo y blanco) y junto con Òshàgriñan y Ayágguna forman una triada cuando van a la guerra. Algunos dicen que es el hermano mayor de Ayágguna, otros comentan que es otro Òbàtálá joven.
Cuando baja a la tierra y suenan los tambores baila en un pie y se le coloca una faja roja en su cintura.
Junto con Alabalache, Ashó representa las manifestaciones de Òbàtálá que sacaron al humano de la vida salvaje.
Òbàtálá Ashó es el dueño de los tejidos y gracias a él existen las telas porque se dice que fue el creador del primer telar. Junto con estas telas creó el sentido del pudor y la protección de aquello que debe quedar en secreto, pues al colocar las telas a cualquier persona u objeto ya nada podía reflejarse y detrás de ellas se podía hacer y deshacer lo que uno quisiera. Se cuenta que Ashò se tapaba la cara con telas para que nadie lo pudiera reconocer, fomentando así la vestimenta y el comercio de la misma. Por este motivo a su sopera se le pone un pedazo de tela de seda blanca en el fondo.
En las leyendas del ọdún Oshé Trúpon de Ifà, Òbàtálá Ashó enseñó a la humanidad cómo usar ropas y enseñó además el arte de la carpintería que tan bien se conjugaba con el uso de tejidos.
Así llegamos a la conclusión de que las armas blancas pertenecen al Orisha que viste de blanco, igual que las agujas, el telar, las ropas, la custodia de los secretos.
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