Hace unos días me llamó alguien que desde hace tiempo quería hacer un amarre de amor. En ese momento había insistido pero yo le había dicho que no, que no le haría el trabajo. Ella me respondió que buscaría a alguien dispuesto a hacerlo. Durante la llamada telefónica me dijo: "tenías razón, no debí haber hecho eso, esa persona me quemó la cara con ácido".
Cuando recibo estas peticiones explico que Ochún crea un lazo de almas o trae de regreso a una persona solo si este retorno constituye una garantía de bienestar físico/material para la persona que la adora asiduamente. El Orisha puede satisfacer este pedido al adorador ocasional, siempre que este se lo agradezca. En fin, si el cliente se acerca al mundo de los Orishas solo por la magia del amor no es bueno y lo entiende. El Orisha apoyará a la persona en la realización de su pedido, pero será un trabajo áspero, la persona deberá limar los defectos y seguir trabajando en ellos.
Desgraciadamente, estas peticiones se hacen cuando ya es demasiado tarde, cuando la persona deseada ha dado lo peor de sí. Los amarres dan lo mejor de sí en las etapas iniciales de una relación. Además, cuando existe una relación entre el devoto y el orisha, el vínculo de amor es total y completo. Puede ocurrir automáticamente incluso sin que los fieles manifiesten esta necesidad delante de sus orishas.
¿Alguna vez te has preguntado por qué tantos cubanos han venido a Europa desde la década de 1990?
Los más fuertes de los amarres son aquellos que se hacen al inicio de las relaciones. Sin olvidar el efecto de los “amarres espontáneos” garantizados por Ochún debidos a algún acuerdo entre el orisha y su devoto, acuerdos realizados de antemano tal vez a través de una promesa. En los años 90 bastaba conocer a un europeo "interesante" con el que habías establecido cierta simpatía, acudías al padrino, le preguntabas a Ochún qué hacer para "amarrar" a esa persona y el juego estaba hecho. Y esto sin descuidar a otro orisha experto en los rituales del amor: Oggún, el orisha que también puede hacerte esclavo.
¿Quieres encontrar un marido rico? ¿Quieres conquistar a una rica heredera que solo tenga ojos para ti?
Existen miles de trucos mágicos y rituales para realizar con el Orisha. Pero como bien digo y no me canso de repetir: Orisha necesita ser adorado, por lo que la mayoría de las veces debe ser coronado para asegurar al devoto prosperidad, bienestar material, espiritual y psíquico. Cuando Orisha reconoce en una persona la llegada del confort y la estabilidad para su devoto, entra en acción el amarre espontáneo. ¿Cómo puede hacerlo? Orisha se instala dentro del sacerdote, emana de él, lee sus pensamientos y los de las personas cercanas e incluso puede manipularlos.
Por favor, no quieras a una persona así. No esperes más, deja su vida la primera vez que te haga vivir una de esas experiencias que he enumerado para ti.
Podrías hacer un amarre a esa persona que estás conociendo y que te hace soñar. Pero solo si ves que juntos tendrán un futuro mejor y más brillante.
Cuando recibo estas peticiones explico que Ochún crea un lazo de almas o trae de regreso a una persona solo si este retorno constituye una garantía de bienestar físico/material para la persona que la adora asiduamente. El Orisha puede satisfacer este pedido al adorador ocasional, siempre que este se lo agradezca. En fin, si el cliente se acerca al mundo de los Orishas solo por la magia del amor no es bueno y lo entiende. El Orisha apoyará a la persona en la realización de su pedido, pero será un trabajo áspero, la persona deberá limar los defectos y seguir trabajando en ellos.
Desgraciadamente, estas peticiones se hacen cuando ya es demasiado tarde, cuando la persona deseada ha dado lo peor de sí. Los amarres dan lo mejor de sí en las etapas iniciales de una relación. Además, cuando existe una relación entre el devoto y el orisha, el vínculo de amor es total y completo. Puede ocurrir automáticamente incluso sin que los fieles manifiesten esta necesidad delante de sus orishas.
¿Alguna vez te has preguntado por qué tantos cubanos han venido a Europa desde la década de 1990?
Los más fuertes de los amarres son aquellos que se hacen al inicio de las relaciones. Sin olvidar el efecto de los “amarres espontáneos” garantizados por Ochún debidos a algún acuerdo entre el orisha y su devoto, acuerdos realizados de antemano tal vez a través de una promesa. En los años 90 bastaba conocer a un europeo "interesante" con el que habías establecido cierta simpatía, acudías al padrino, le preguntabas a Ochún qué hacer para "amarrar" a esa persona y el juego estaba hecho. Y esto sin descuidar a otro orisha experto en los rituales del amor: Oggún, el orisha que también puede hacerte esclavo.
¿Quieres encontrar un marido rico? ¿Quieres conquistar a una rica heredera que solo tenga ojos para ti?
Existen miles de trucos mágicos y rituales para realizar con el Orisha. Pero como bien digo y no me canso de repetir: Orisha necesita ser adorado, por lo que la mayoría de las veces debe ser coronado para asegurar al devoto prosperidad, bienestar material, espiritual y psíquico. Cuando Orisha reconoce en una persona la llegada del confort y la estabilidad para su devoto, entra en acción el amarre espontáneo. ¿Cómo puede hacerlo? Orisha se instala dentro del sacerdote, emana de él, lee sus pensamientos y los de las personas cercanas e incluso puede manipularlos.
¿Cuándo es apropiado dejar ir a alguien en lugar de atarlo a ti?
- Cuando te menosprecia en público o en privado.
- Cuando te demuestra que tienes más obligaciones y menos derechos que ella.
- Cuando te preguntas por qué siempre tienes que insistir en hacer algo juntos.
- Cuando golpea la pared o un mueble en medio de una discusión.
- Cuando te interrumpe mientras te diviertes.
- Cuando no le guste que tengas iniciativa ni luz propia.
- Cuando lo veas admirar a alguien vestido con esa misma ropa que no te deja llevar puesta.
- Cuando te dice "yo soy así" y no se compromete con nada.
- Cuando te dice "¿a dónde quieres ir vestida así?"
- Cuando tu ego es aplastado por el suyo.
- Cuando mata tus sueños.
- Cuando se ríe de tus ideas.
- Cuando no le importa si lo esperas o no.
- Cuando se burla de ti y minimiza tus planes.
- Cuando te miente.
- Cuando te revisa.
- Cuando te insulta.
- Cuando te humilla.
- Cuando minimiza tus sentimientos, tu dolor, tu realidad.
- Cuando usa violencia verbal y física hacia ti.
- Cuando te abandona por otra persona.
- Cuando te llena de deudas.
- Cuando ni siquiera te pregunta cómo estás.
Por favor, no quieras a una persona así. No esperes más, deja su vida la primera vez que te haga vivir una de esas experiencias que he enumerado para ti.
Podrías hacer un amarre a esa persona que estás conociendo y que te hace soñar. Pero solo si ves que juntos tendrán un futuro mejor y más brillante.
Comentarios
Publicar un comentario