Los peces son una herramienta mágica importante en el culto de Orisha. Se pueden ofrecer como sacrificio (secos, cocidos o frescos) ya que pueden generar una carga de energía rápida y efectiva en las acciones de estas deidades.

Dependiendo del Orisha con el que se trabaje o se propicie, se evaluará la efectividad en el uso de este ser vivo, que además de ser una manifestación de Yemayà (son sus hijos) son la base de una enorme cadena alimenticia.

Con Elegba, un pez puede ser un instrumento de prosperidad y abundancia. Con Oggun puede ser tanto una medicina como un catalizador incriminatorio. Con Oshun puede ser un arma o un repelente, los mejores trabajos para sacar a alguien de nuestra vida se hacen con un pez y miel de abejas.

Pero hoy me voy a centrar en un simple sacrificio que hará de nuestra Elegba una especie de promotora social y también proxeneta empresarial. Cuando hagas esta oferta, el orisha mensajero se sentirá tan enérgico que no creerás en su generosidad. El dinero ya no será un problema en tu vida.

Tres pescados para atraer el viento de la prosperidad

Lo que necesitarás para este ritual:

• Elegba, no una representación, no una estatuilla, no una estampa sino físicamente él. Tanto de Osha como de Ifà.
• Tres pescados parados en un plato, no limpios.
• Una vela blanca
• Un plato blanco o un cuenco de terracota.
• Miel de abeja
• Manteca de corojo
• Manteca de cacao orgánica
• Cascarilla

Procedimiento del ritual:

• Lo primero que harás será poner a Elegba sobre una estera y recitar el moyugba ofreciéndole un poco de agua fresca.
• Pon el cuenco frente a Elegbara y luego toma el primero de los peces. Lo espolvorearás con miel por ambos lados. Coloca ese pescado en el centro del plato.
• Rociarás el segundo pescado con manteca de corojo y lo colocarás a un lado del primer pescado.
• El tercer pescado lo espolvorearás con cascarilla por un lado y con manteca de cacao por el otro lado y lo pondrás al otro lado del pescado embarrado de miel.
• Ahora encenderás la vela blanca frente a Elegbara mientras le explicas tus necesidades.
• Deja que este sacrificio descanse frente a Elegbara durante tres días.
• Al tercer día tendrás que tirar el pescado rociado con miel frente a tu casa.
• Los otros dos los tirarás cada uno en cada esquina a los lados de tu casa, sin importar la ubicación.

Ahora deja que esta Orisha haga su trabajo. Te sorprenderá la manera caótica pero beneficiosa en que Elegbara hace las cosas. Incluso si en apariencia parece un niño, actúa con la confianza de una persona mayor que ha vivido durante milenios.

Recuerda siempre que a Elegguá le encantan los pescados, ya sean de agua dulce o de mar, incluso secos, los ama.